Cuando hablamos de actividad física saludable nos referimos a la práctica de ejercicio para conseguir un estado de bienestar físico, psicológico y social.
Para conseguir este estado, debemos de tener en cuenta tres principios:
- Individualización: Cada persona necesita una intensidad diferente en cada ejercicio en función de sus características.
- Progresión: La práctica de ejercicio la tenemos que hacer de forma gradual, teniendo en cuenta que nivel de forma física que se encuentra cada persona.
- Continuidad: Para que se produzca una mejora de la condición física, psíquica y social tenemos que realizar al menos la práctica de ejercicio tres veces por semana durante un periodo de tiempo mínimo de 6 meses para poner nuestro cuerpo y mente en armonía. Para que mantengamos este bienestar, tenemos que incluir esta práctica en nuestra rutina diaria.
Antes de comenzar la práctica de actividad física, hay que realizar un chequeo y ver si tenemos o no algún tipo de patología y dirigir el plan en función de las características y del objetivo de la persona a preparar. Es por ello que la persona que realice este plan este cualificada. En nuestro centro tenemos un grupo de profesionales licenciados en educación física con una amplia experiencia tanto en entrenamientos personales saludables como en readaptaciones físicas.